El FC Barcelona siempre se ha situado en un peligro terreno donde sus distintos presidentes han jugado a hacer política con la institución que representante. Uno de los más destacados fue Joan Laporta, que después de hacer unas copitas de champagne en la cubierta de un barco, se puso al frente de los más variados partidillos radicales del panorama político.
Durante su mandato sacaron el mapa de los países catalanes en el Camp Nou, lo que provocó una auténtica revolución en Valencia y la organización de una macro manifestación de Coalicio Valenciana. Pero además, todavía recordarán, Laporta y sus catalanistas amigos de Valencia, la buena acogida que tuvieron en el Hotel Astoria de la ciudad de Valencia, cuando quiso venir a presentarnos uno de los partidos en los que militó.
Ahora, la nueva directiva del FC Barcelona sigue metiéndose en cuestiones que nada tienen que ver con el deporte, y que encima, contradicen la filosofía de fichajes que tiene el equipo. Cuando afirman que creen en la imposición del catalán en las aulas, suponemos que lo están diciendo para las familias de Messi, Iniesta o Villa.
El FC Barcelona continúa haciendo gala de que "es más que un club", siendo muchas veces una auténtica mierda, al mezclar política y deporte.
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